Hay dos tipos de socialismo, uno es el revolucionario y el otro es el socialismo democrático. Algunas ideas básicas del socialismo ya se describieron en el siglo XVIII, en el período de la Ilustración. El llamado en la Revolución Francesa de 1789 fue: libertad, igualdad, fraternidad (hoy diríamos solidaridad en lugar de fraternidad ).
El socialismo enfatiza la igualdad y la fraternidad, mientras que el liberalismo enfatiza la libertad. Pero solo cuando se industrializó en el siglo XIX. Con el aumento de la pobreza y la miseria entre los trabajadores, el socialismo se convirtió en un movimiento de masas. Sus diversas ideas ahora se han combinado en una sola lección política.
A finales del siglo XIX, los trabajadores y los sindicatos representaban el socialismo democrático, llamado “socialismo de reforma moderada”. Las condiciones económicas y sociales y, por lo tanto, las condiciones de vida de las personas deberían mejorarse mediante un cambio gradual. Nadie debe ejercer poder sobre otras personas a menos que sean elegidas democráticamente para ello.
Por el contrario, el socialismo revolucionario, que se desarrolló como la segunda corriente principal, apuntaba a una agitación violenta y un nuevo comienzo radical en la economía y la sociedad. Se veía a sí mismo como una etapa de transición al comunismo. Después de la Revolución rusa de octubre de 1917, surgió el “socialismo real existente” en la Unión Soviética. El sistema socialista también se introdujo en otros países.
En muchos países, el socialismo condujo a la tiranía, en la que muchas personas fueron oprimidas. Alrededor de 1990, muchos sistemas sociales socialistas colapsaron. Todavía hay partidos socialistas y socialdemócratas en algunas partes del mundo. Quieren realizar ideas de socialismo basadas en la democracia.
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